Un poco más de historia...
La historia de La Alhambra de Granada es un relato fascinante que abarca más de mil años. Su origen se remonta al siglo IX, cuando fue construida como una modesta fortaleza militar por los emires ziríes. Sin embargo, fue en el siglo XIII, bajo el reinado de Muhammad I de la dinastía nazarí, cuando La Alhambra experimentó una transformación asombrosa y se convirtió en el magnífico palacio nazarí que conocemos hoy en día.
Durante los siglos XIV y XV, los sultanes Yusuf I y Muhammad V llevaron a cabo importantes expansiones y embellecimientos en La Alhambra, añadiendo palacios, patios y jardines exquisitamente decorados. Estos gobernantes nazaríes dejaron una huella imborrable en la arquitectura y el arte de La Alhambra, creando un refugio de belleza y esplendor.
No obstante, en 1492, los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, conquistaron el último bastión musulmán de la península ibérica y La Alhambra se convirtió en la residencia real de la monarquía cristiana. A lo largo de los siglos siguientes, se realizaron algunas modificaciones y agregados al complejo, especialmente durante el reinado del emperador Carlos V en el siglo XVI, quien construyó el Palacio de Carlos V en estilo renacentista en medio de La Alhambra.
A pesar de los cambios y el deterioro que sufrió a lo largo del tiempo, en el siglo XIX, se reconoció el valor histórico y artístico de La Alhambra y se llevaron a cabo importantes trabajos de restauración. Gracias a estos esfuerzos, La Alhambra ha sido preservada y se ha convertido en un destacado destino turístico y uno de los monumentos más visitados de España.
Hoy en día, La Alhambra es reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y su belleza arquitectónica y sus intrincados detalles, como los arcos de mocárabes, los azulejos, las yeserías y los exuberantes jardines, continúan maravillando a los visitantes, transportándolos a un pasado lleno de historia, cultura y esplendor en la ciudad de Granada.